Consorcios impulsarán aplicaciones industriales 5G en México, ¿por qué no?

En México, la adquisición de bandas radioeléctricas para servicios 5G podría no limitarse a los operadores celulares, ya que esta tecnología está diseñada principalmente para procesos industriales. Por lo tanto, no sería sorprendente que en las licitaciones participen empresas de otros sectores económicos.

Martín Portillo Concha, director de estrategia digital de Huawei México, sugiere que la tecnología 5G, combinada con otras tecnologías, puede facilitar actividades en sectores como el gobierno, la salud, la academia y, especialmente, el sector productivo.

La política fiscal mexicana sobre el espectro y la disminución de ingresos en la industria, a pesar del aumento del tráfico de usuarios, junto con el capital intensivo requerido para el despliegue de 5G, sugieren que la formación de consorcios podría ser una estrategia viable para asegurar inversiones a largo plazo en telecomunicaciones.

Portillo Concha menciona que, aunque Huawei no está interesada en adquirir espectro radioeléctrico, busca ser un socio de negocio que desarrolle tecnologías para impulsar la economía, como ha hecho en parques industriales, movilidad, medicina, educación y entretenimiento.

La combinación de 5G con inteligencia artificial y el Internet de las cosas promete nuevos procesos productivos y experiencias de comunicación humana. Estas tecnologías, aunque parezcan de ciencia ficción, ya son una realidad en China y otras regiones de Asia-Pacífico.

Para lograr esto, se necesita una cobertura amplia y suficiente infraestructura, lo que requiere mucho espectro. Esto permitiría desarrollar proyectos sociales y productivos.

Portillo Concha destaca que la tecnología 5G ofrece oportunidades para monetizar iniciativas, permitiendo que las empresas celulares colaboren con compañías de otros sectores económicos. Por ejemplo, un operador como AT&T o Telcel podría adquirir espectro y asociarse con el Grupo Ángeles y proveedores de infraestructura como Nokia, Ericsson o Huawei para desarrollar aplicaciones en el sector salud.

La nueva autoridad de telecomunicaciones tiene un plazo de 180 días para diseñar un proceso de licitación que asigne espectro para servicios de quinta generación en México. Sin embargo, el costo de ser concesionario de una frecuencia es un factor que desanima a los interesados en México y América Latina.

Portillo Concha sugiere que las inversiones en redes de telecomunicaciones no deberían provenir solo de operadores tradicionales como Telcel o AT&T, sino también de empresas interesadas en mejorar sus procesos, como ya se ha visto con el desarrollo de redes privadas.

Finalmente, Portillo Concha plantea que un grupo podría alquilar coberturas o asociarse con otros para hacer más rentable un proyecto, lo cual sería viable en el contexto mexicano.

Fuente: El Economista, Nicolás Lucas-Bartolo

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